El diseño pasivo de una casa se basa en tres pilares fundamentales:
El primero de estos pilares consiste en estudiar tanto la orientación solar de la vivienda como las sombras que puedan proyectar sobre ésta todos los elementos colindantes.
El segundo de estos tres pilares consiste en el aislamiento de la envolvente del edificio, de las paredes, de los suelos, de la cubierta, de las ventanas y de las puertas.
Y el tercer pilar de un diseño pasivo consiste en la utilización de sistemas con recuperación de calor.